Muchas veces pasa que el cliente no tiene idea de lo que quiere en su diseño y si uno no es preciso, lo pueden traer a uno dando vueltas con un mismo diseño eternamente.
Para evitar esto siempre se le pide un ejemplo visual al cliente para que sepa el diseñador que direcciones tomar y evitar dolores de cabeza.
Esto no debería ser por que es el diseñador el que debe marcar la pauta visual que mejor acomode al proyecto, sin embargo debido a la falta de información del cliente, este cree que debe quedar como él quiere. Pero aquí se desprenden dos vertientes al hacer un diseño:
1- Que el cliente sea el director del proyecto y se haga a su gusto sin medir consecuencias, el cliente aquí carga con toda la responsabilidad.
2-Que el diseñador recomiende lo que mejor acomode al proyecto de acuerdo a su experiencia cargando el diseñador con la responsabilidad.
Al inicio de cada proyecto, se debe recalcar quien tendrá el mando del proyecto y así los proyectos podrán fluir sin ningun problema